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POEMA PARA EL AMOR DE SIEMPRE
Ana Buquet
Tardes, noches, madrugadas,
mi cuerpo cede ante ti
como la primera vez.
Perfume de piel desnuda.
Nuestras almas entregadas.
Tardes, noches, madrugadas.
Tu cuerpo cede ante m�.
Fondo de m�sica suave.
Como la primera vez
tiernas las pieles amadas.
Tardes, noches, madrugadas.
Nuestros cuerpos resucitan.
Somos aquellos j�venes.
Vuelve el amor de antes,
viene el amor de siempre.
Tardes, noches, madrugadas.
Cansancio que ambos buscamos,
unirnos, entrelazarnos,
luego el sue�o tranquilo.
El alma queda embriagada.
ENTRE MIS LUCES Y MIS SOMBRAS
Ana Buquet
La luz de la ma�ana no me hace bien.Â
Prefiero las penumbras de la noche y su silencio.
En ellas me encuentro alborotando sue�os,
interioriz�ndome en los esp�ritus que me son ahora,
que me fueron antes:Â
supremos esp�ritus que quedaron y existen en m� para siempre.
El silencio de la noche remarca mi presente,Â
me lleva a mi pasado, me sue�a mi futuro.
La luz de la ma�ana me da la realidad,
la vida misma,
sin pasado, sin recuerdos, sin dolores,Â
sin amores que duelan ni que ahoguen,
sin brazos que me abracen enamorados,
hastiados de placer,
desangrados amores,
eternos.
Pero me gusta el d�a porque en �lÂ
yo vivo mi presente,
amo a quienes amo,
tengo a quienes tengo.Â
Hago. Soy yo misma.
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