YA SE QUE NO ME VAN A LEERÂ
Jorge Bousoño González
Una estela de penas va quedando
como bisel de nube en el ocaso.
Ya sé que no me van a leer
porque lo distinto asusta;
el mismo método,
razones diversas,
siempre habrá alguien por excomulgar.
Así se ha forjado la historia
(diente a diente)
para llenar esta rueda imposible de detener
ni de cambiar autores.
Hoy,
mañana,
no sé;
la injusticia anda de antorcha
encandilando el horizonte.
Pero la verdad también puede llegar
de manos de un desconocido.
Solo basta con desempolvar;
las huellas están ahí
en la estela de penas que va quedando
como bisel de nube en el ocaso.
Y sí, ya sé,
ya sé que no me van a leer
porque lo distinto siempre asusta
y es difícil enfrentar la rutina,
romper ese escudo: incertidumbre.
Así fue
(dejé)
�ay amor ven!.
20 de Agosto del 2001
POR DIEGO
Jorge Bousoño González
("POR DIEGO", mi más reciente poema, cuenta una trágica y muy triste Historia Real : mis tres únicos primos son españoles que viven en
Galicia, España. Diego era uno de ellos (28 años con 2 hijos de 3 y 4 años), recientemente cegó su vida al buscar desacertadamente trabajo en su país por más de 4
meses.)
Las almas cuelgan su desesperación
(sus frustraciones)
tantas veces
que el dolor quebranta las heridas.
A lo lejos
la nota patética de dos violines pequeños,
un oboe resoplándose ¿por qué?,
¿por qué ha de ser tragedia
este hecho insólito : la vida?
Imposible seguir
y dejar que las miserias
nos devoren todo el amanecer
brazo sobre brazo,
ojos callados.
No hubo error ni equívocos, no,
aprendí a no quedarme en la orilla,
la muerte siempre me recuerda
que estoy vivo.
Las señales
no muestran otra opción.
      Â