DE UN SUICIDA A SU MEJOR AMIGO

Arturo Tlacaélel Curiel Díaz

 

Esta vez, he tomado una decisión.   Me iré de este mundo. He aguantado la presión. He aguantado mi ser. He aguantado lo que soy y he intentado vivir con alegría, pero no puedo. He sido presa del miedo. El miedo a vivir.

Todo empezó con el día que me presente en aquel lugar. Era alegre, estaba confiado de que me aceptarían . Estaba equivocado. Cometí un error, no se exactamente cual fue, pero de pronto yo era el hazmerreír del lugar. Me sentí solo. Fue cuando esa opresión que siento en el pecho llego por primera vez .Dije unas palabras, no recuerdo cuales y saque conclusiones muy adelantadas. Ya se resolverá, pensé, pero en lugar de eso empeoro. Pronto los rumores de que yo había dicho algo en contra de unas personas corrían por todo rincón, rumores que no eran mas que mentiras. Mi sentimientos de optimismo se fueron desvaneciendo al saber que mis problemas aumentaban por culpa de otros.

Ayer en la noche, ellos me golpearon a causa de un rumor. Lo único que recuerdo de esa golpiza, es un dolor profundo que dejaron en mis entrañas. Me quede inconsciente y desperté en una cama en el hospital. Cuando unos compañeros de trabajo fueron a verme, sentí un calor de amistad y pensé que el problema había terminado, pero me dijeron la peor noticia que pude haber recibido jamás. Mi prometida se fue con uno de esos malditos que me golpearon..Nuevamente sentí un dolor en el pecho y caí en la inconsciencia . Cuando desperté, un medico estuvo conmigo y me dijo que mi corazón estaba mal , que estaba fallando. Que mi vida se acortaría por diez años, y si no me cuidaba, por mas todavía.

Ya no queda mas esperanza en mi. Me robaron todo lo que tenia. Ya no podía disfrutar de la vida. Intente hacer parecer mi muerte una natural, pero fracase. Ya no puedo mas con esta vida. Ya no puedo empezar una nueva. Ya tengo que irme. Estoy escribiendo esta carta pero ya no puedo ver. Mi dolor en el pecho no cesa, pero no puedo morir. Tendré que hacerlo yo. Si no lo hago ellos habrán ganado y me habrán quitado también la vida. Mi cabeza da vueltas. Lo haré rápido y sin dolor. Tengo planeado hacerlo cuando termine de enviarte esta carta por Internet, así que no podrás llegar si quieres salvarme. Tu eres mi único amigo, así que gracias. Siento que mi momento llega. Adiós amigo, nunca te rindas, o se escapara la esperanza . La esperanza de ver un nuevo día. La esperanza de tener una vida feliz . La esperanza de vivir. La esperanza de sonreír. Adiós, mi mejor amigo.