JOSE
CORONEL URTRECHO Carlos Yusti
La vanguardia art�stica fue un enfrentamiento cr�tico con los maestros del d�a. En literatura se asumi� como un medio para ensayar nuevos derroteros en la poes�a, el cuento y la novela. Tuvo siempre aires de radicalidad trasnochada, pero fue un m�todo eficaz para saldar cuentas con la tradici�n literaria y sobre todo con aquellos escritores y poetas que en su momento marcaron pautas renovadoras y que al final terminaron cerrando filas en la oficialidad cultural. Vanguardia era matar a los padres literarios y emprender a solas nuevos caminos. Los movimientos vanguardistas que se desarrollaron en Latinoam�rica fueron tard�os y si quiere algo timoratos a la hora de las cr�ticas y los balances. No obstante irrumpieron con precisa desfachatez en medios culturales agrisados y envueltos en el papel celof�n del subsidio estadal a la cultura y quiz� por ello causaron tanto revuelo. Algunos de estos movimientos fueron remedos y copias de los movimientos desarrollados en Europa. Otros trataron de imprimirle un sello personal. En Nicaragua tuvo sus particularidades debida al poeta y novelista Jos� Coronel Urtecho (1906-1994), quien a su regreso de San Francisco en 1927, publica en un peri�dico el poema en prosa �Oda a Rub�n Dar�o� y que puede considerarse como un manifiesto en el que se rechaza los cisnes, el azul y las tristes princesas con las cuales Rub�n Dar�o intoxic� la po�tica nacional y extranjera. La oda, le�da hoy con fr�a curiosidad, posee una desfachatez desplanchada, un desgano entre la sorna y la irreverencia, es un ajuste de cuentas con el enorme poeta de Rub�n Dar�o, quien con su gigantesca sombra de se dio a la tarea de arroparlo todo con un aire falso, con un colorido y exotismo artificial, debido a ello Urtecho escribe:
Jos� Coronel Urtecho es un renovador extra�o. Zarandea a Dar�o, pero escribe con rimas de exacta musicalidad m�trica: A pesar de este modernismo puro y rancio escribe un poema titulado O de una sola l�nea: �Cu�nto me ha costado hacer esto! Lo que hace Urtecho no es s�lo bajar de
su pedestal a Dar�o, sino esa concepci�n de bellas artes creada por el
modernismo en torno al poema. La poes�a enjaulada en una oficialidad cultural
con todo el boato y la pompa del caso. Hab�a como una necesidad de que la poes�a
dejara el artificio est�tico y volviera al polvo de la calle, que se paseara
por los suburbios del alma urbana y descubriera la met�fora en los sitios m�s
inesperados. Exist�a como una exigencia de limpiar
la poes�a de sus ampulosos adjetivos, de sus rebuscadas met�foras y rimas a
veces m�s falaces que felices. En suma de convertir el poema en una respuesta
para denunciar las atrocidades sociales y pol�ticas sin perder de vista el
riesgo para asumir nuevos recursos expresivos. Jos� Coronel Urtecho m�s que darle
utilidades pr�cticas a la poes�a trat� de darse utilidad a si mismo como
poeta. De all� que su poes�a, m�s comprometedora que comprometida, incluso
rompi� esquemas y sus poemas pol�ticos se acercan m�s un informe preciso que
al poema bandera estilo Pablo Neruda o V�ctor Valera Mora. Poemas como �No
volver� el pasado� y �Panales del infierno� son ejemplo claro de una po�tica
que no cree en el panfleto ni en la ret�rica libertaria. Cintio Viter los
denomina, con justa raz�n, como �Gran reportaje, mea culpa, manifiesto y serm�n�.
Textos sin florituras ret�ricas, sin met�foras exaltadas y donde el ritmo de
las palabras crea una m�sica de estruendosa parcialidad por quienes sufren la
historia. Este libro que ahora publica La
Biblioteca Ayacucho, ODA A RUB�N DAR�O. POEMAS SELECTOS, recupera al Urtecho
irreverente, al poeta que en plena forma. Esta selecci�n po�tica tiene dos
agregados importantes como el pr�logo de Cintio Vitier, la selecci�n, cronolog�a
y bibliograf�a realizada por V�ctor Rodr�guez N��ez y por si fuera poco
unas traducciones hechas por Urtecho a poetas como Cendrars, Claudel, Ezra
Pound, Eliot,Thomas Merton entre otros. Urtecho fue militante pol�tico a su manera, pero fue mucho m�s militante de su vehemencia como conversador, de su �nfasis como poeta que asume riesgos con la forma y las palabras. Ensay� la vanguardia como en un vuelo sin motor: solo y sin intermediarios, descubriendo el hueso de la realidad m�s all� de las edulcoradas rimas modernistas y como un aut�ntico poeta fue rey y buf�n en ese complicado arte que es la poes�a por aquello escrito por Claudio Magris: �El verdadero poeta, que conoce la gracia y el dolor de la poes�a y conoce el encanto que ella le infunde al mundo, sabe que es al mismo tiempo el rey y buf�n de su propia poes�a; �l asume sobre s� la gloria y la miseria de la palabra�. Gloria y miseria que en el trabajo po�tico de Urtecho adquiere estridencia de fiesta. Quienes crean que la poes�a tiene que ser seria y con aire funerario que lean a Urtecho para comprobar que la palabra po�tica en ocasiones tiene el aire del jolgorio, la alegr�a y el amor o como el mismo Urtecho escribi�: �Porque la poes�a engrandece y eleva la realidad: porque sin la poes�a la realidad es muda o incoherente... Por lo cual una historia de la poes�a ser� una historia de la alegr�a y una historia del misterio del amor...afortunadamente el arte y sobre todo la poes�a, de ning�n modo nos impide re�r con seriedad, por lo menos cierta seriedad y en los momentos m�s amargos con toda la seriedad�. |
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