LA VESTIMENTA DE LOS ALMOGAVARES
Raphaël Marí Caselles
Existen diversas menciones acerca de la vestimenta de los ALMOGAVARES, si bien en el prólogo de “La Campana de Huesca”, de Cánovas del Castillo, se dice:
“Los ALMOGAVARES eran de estatura aventajada, alcanzando grandes fuerzas, bien conformados de miembros, sin más carnes que las convenientes para trabar y dar juego a aquella máquina colosal, y por lo mismo ágil y ligero en extremo, curtido a todo trabajo y fatiga, rápido en la marcha, firme en la pelea, despreciador de la vida propia…, confiado en su esfuerzo personal y en su valor… queriendo combatir a su enemigo de cerca y brazo a brazo…… Su ferocidad guerrera eclipsaba la idea de falangista griego y legionario romano…, sus acerados músculos se enroscaban en brazos y pechos como sierpes de Laoconte…. Cubrían su cabeza con una red de hierro que bajaba en forma de sayo como las antiguas capelinas……. envolvían sus pies en aparcas, y pieles de fieras les servían de antiparas en las piernas. No llevaban escudo ni adarga, limitándose a la espada, pendiente de la rústica correa que bajaba del hombro… Iban provistos de dos o tres dardos o azconas que arrojaban tan pujante y certeramente que atravesaban escudos y armaduras de parte a parte. El campo les prestaba hierbas y agua, y su único menester era el pan, que guardaban en un zurrón puesto a la espalda. Su vestido, en todo tiempo, era una camisa corta y una ropilla de pieles. dormían sobre el suelo…… Nada era imposible para estos soldados, que hacían continua guerra a los moros enriqueciéndose con el botín de la conquista..”
Esta es la primera descripción que se tiene de los ALMOGAVARES, no variando demasiado después. Su único armamento era una espada corta (llamada “coltell catalanese”), una lanza y dos o tres dardos.
Los ALMOGAVARES desempeñaron su parte de la reconquista en suelo peninsular e islas; la intervención almogávar en dominios aragoneses en Italia , así como las hazañas en Asia Menor.
Es dudosa la intervención almogávar en la Península Ibérica e Islas, lo mismo en Valencia como en las Islas Baleares, aunque es presumible que la intervención almogávar, en cuanto a protagonismo, no sería demasiado destacada, formando parte de los contingentes y de las órdenes militares, junto a las que compartirían, seguramente, la función
fronteriza.
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En Italia sí fue importante la actuación de los
ALMOGAVARES, en un espacio temporal de veinte años de hostilidades entre los reyes de la Casa de Aragón y la Casa Francesa de Anjou. En esta
etapa, fue importantísima la intervención de Roger de Lauria, de Calabria y criado en la corte de Cataluña. Pedro III el Grande arregló los arsenales de Valencia, Barcelona y Tortosa para poner al día esta expansión mediterránea. Corría 1282 cuando se mandó la expedición hacia Bujía
(Berbería, Túnez), dirigidos por el Almirante Jaime Pedro (hijo del
Rey) y Conrado Lanza, que se vieron obligados a retirarse cuanto atacaron Alcoy
(tierras del Conde de Pallars) para ayudar en Sicilia. |
Sicilia se convirtió en el centro de la discusión del rey aragonés con el de Anjou. Fue entonces cuando tuvieron lugar las famosas “Vísperas sicilianas”. Messina fue saqueada por 22 galeras aragonesas, con todo lo que llevaban como botín. La maniobra de la Armada aragonesa fue vista por los ALMOGAVARES con una cierta envidia, logrando, a su vez, efectuar sus correrías por tierras del Conde de Allençon en Gatuna. Esta operación fue llevada a cabo de modo satisfactorio, previa confirmación del rey, con unos 2.000 ALMOGAVARES. Entretanto, fueron sucediéndose diversos hechos de gran importancia, como el fortalecimiento de Carlos en Regio. Los dos reyes se desafiaron, llegando al acuerdo de luchar cien contra cien en un campo de batalla neutral, Burdeos, y como árbitro, el rey de Inglaterra.
Poco antes de todos estos hechos, fue nombrado almirante Roger de Lauria. Mientras los reyes planeaban el desafío, se fueron moviendo por su cuenta, siendo mandadas cuatro galeras y un leño armado, por el aragonés a Trápani, a las órdenes de Ramón Marquet y Berenguer Maiol. Por su lado, Carlos de Anjou hacía lo propio, mandando a Sicilia, para deshacerse del almirante, veinticinco galeras al mando de Cornut. Hay que dejar constancia de que a las cuatro galeras aragonesas hubo que sumar otras veintiuna. Que juntas batieron la costa calabresa. En una maniobra espectacular, Lauria apresó tres galeras francesas de reconocimiento, adentrándose en Malta, y destrozando la armada provenzal de Cornut. Hubo posteriormente una segunda escaramuza entre las cuarenta galeras aragonesas y las treinta y ocho francesas, saliendo de nuevo victorioso Lauria en una estrategia habilísima de atracción hacia alta mar. Como resultado, hubo la detención del hijo mayor del Rey Carlos, quien fue puesto a buen recaudo en Barcelona. Después de todos estos acontecimientos, toda Calabria fue conquistada.
En aquellos dias, el centro del continente se situó en Sicilia y Nápoles, y durante la muerte del Rey Carlos, tuvo lugar el ataque francés contra Cataluña, conocido con el nombre de combate de la Virgen de agosto, y la victoria aragonesa en Panillars.Â
Pero no fue eso todo. Antes de la coronación de Alfonso II, Roger de Lauria llevó a cabo incursiones por la costa hasta Marsella (Besiers) y después por Berbería, Gerba,
Tolometa, Romanía, Brindisi, y las islas griegas de Cefalonia y Corfú. |

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Tras un breve paréntesis, la guerra continuó en Calabria y Nápoles. Como anécdota del almirante protagonista, se cuenta que después de producirse el tratado de Tarancón, y aun reunidos los reyes, comenta Ramón Muntaner que el almirante Roger de Lauria hizo tabla redonda y justas, enfrentándose así con el famoso caballero de la zona murciana llamado Berenguer Arnaldo de Alfuera, a quien derrotó y de esta forma, se idealizó aún mayormente la figura del almirante.
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