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SOLO
SE VIVE POR LO QUE NO NOS IMPORTARIA MORIR
Vida
y versos de un torero enamorado: Mario Cabré
Maite
Mainé
Si
de un amigo conservo un grato recuerdo, éste es, sin duda alguna, del que fue
famoso torero, actor y poeta, Mario CABRE.
Y, si bien en todas y cada una de dichas vertientes destacó, ésta fue, sin
duda, la de caballero ejemplar: Delicado con las mujeres, sin ser empalagoso.
Galante, sin ser falso adulador ni petulante. La sonrisa, siempre pronta en su
semblante. Y la palabra amable, amiga.
Mario
CABRE nació en Barcelona en 1916, ciudad en la que mayormente se desarrolló su
trabajo y en donde vivió casi de forma permanente, rodeado de recuerdos, de
trofeos,de premios, de fotografías y obras de arte.

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Ordoñez, Cabré y Lara
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Fue
un destacado actor de la escena interpretando obras, mayormente en catalán de
los más renombrados autores, siempre como protagonista. Esta tarea la alternó
con su profesión: La de torero. Sus faenas fueron de antologia junto a Luis
DOMINGUIN y muchos famosos de la época.
Fue un hombre que se enamoraba y enamoraba con relativa facilidad, si
bien su gran pasión -conocida- fue Ava Gardner, a la que conoció en el
año 1950, ya que ambos eran protagonistas de la película "Pandora
y el holandés errante", que se rodó en la Costa Brava,
concretamente en Tossa de Mar (Gerona), paisajes de la Costa Brava que
sirvieron de fondo al idilio, breve, pero intenso, de Mario CABRE y Ava
Gardner.
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De
Ava Gardner se había dicho:" !No sabe hablar, no sabe actuar, pero es
impresionante !" Esa fue,al parecer,la frase que pronunció Louis B. Mayer,
magnate, por aquel entonces de la Metro Goldwyn Mayer y el hombre más poderoso
del Hollywood de entonces. No tuvo la menor duda acerca de lo que iba a
hacer con Ava Gardner, aunque su acento sureño fuese tan fuerte que no se le
entendiera casi lo que hablaba.
Pero su cuerpo y su rostro eran perfectos.
Así,
Ava Gardner fue conocida pronto por "El animal más bello del mundo",
ese "animal" que, años más tarde, torearía el torero-actor-poeta
Mario CABRE, causándole ella más heridas que una cornada de "Miura".
Ava
Lavinia Gardner, que así constaba en su partida de nacimiento, habría cumplido
este pasado 24 de diciembre, 78 años (nació el 24 de diciembre de 1922), creció,
como la menor de seis hermanos, en una granja, colaborando en las tareas de la
misma, criándose como un chicuelo y ordeñando vacas. Tenía sólo cinco años
cuando fumó su primer cigarrillo y fumó durante toda su vida.
Ava
Lavinia Gardner se enamoraba en las oscuras salas de cine de Clark Gable, lejos
de pensar que ella misma se convertiría en un ídolo de las pantallas, y que,
transcurriendo el tiempo, trabajaría con él.
Se
dice que Ava Lavinia Gardner, que fue uno de los mayores símbolos sexuales del
cine, no tuvo novio alguno hasta llegar, siendo virgen, a su primer matrimonio
con Mickey Rooney. La unión de ambos fue un desastre total. Ella buscaba en su
compañero la ternura, la amistad, la comprensión, en tanto que su esposo,
Mickey Rooney la dejaba durmiendo, se iba a jugar al golf y a que sus amigos le
rieran sus gracias. Antes de llegar
al primer aniversario de boda, se produjo el divorcio.
Más
tarde, los amores y amoríos de la actriz, fueron extensos.

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Pero
cuando Ava GARDNER viajó por vez primera al extranjero, se enamoró del
Reino Unido y de España, los dos países en los que pasó una buena
parte de su vida. De España, según ella misma decía, le entusiasmaba,
la seducía, el ansia de vivir de sus gentes, los toros y el cante.Â
Lo que para Ava GARDNER seguramente no fue más que una aventurilla sin
importancia, para Mario CABRE fue un sueño hecho realidad. |
Aquella
mujer, Ava, le inspiró versos incontenibles, poemas, libros que encerraban
sonetos de amor inconfundible...
Algunos de estos libros, de edición limitada, y que me fueron dedicados en su día
por mi amigo Mario CABRE, figuran en un lugar preferente en mi biblioteca.
En noviembre de 1950, en teoría, se dijo que Frank Sinatra, con quien Ava
GARDNER estaba comprometida, pese a que por aquella época él estaba aún
casado, venía a España a "descansar" pero realmente fue que se enteró
de que los poemas que Mario CABRE dedicaba a su "partenaire" en
"PANDORA" habían prendido en Ava GARDNER, cosa que había sido
aireada ya por la prensa de EE.UU. Le armó un cisco a Ava Gardner en Tossa de
Mar, durante el rodaje de "Pandora".
Realmente,
Ava GARDNER y Frank Sinatra eran la pareja adecuada para el tipo de vida que
pretendían vivir: apasionados, violentos, amantes de la bebida...Frank Sinatra
arrancó materialmente a Ava GARDNER de los brazos de "su" torero,
Mario CABRE, con un montón de promesas y un anillo de bodas..Parece ser que
Frank la abofeteó y ella le besó, llorando...
Se
convirtió en su segunda esposa en 1951, divorciándose en 1956, tras una
vida
matrimonial azarosa....
Posiblemente
para que Frank SINATRA se convenciera de que su relación con Mario CABRE no pasó,
para ella, de simple aventura, no dudó en manifestar en sus memorias: "Cometí
un error.....tras una de aquellas románticas noches españolas en Tossa de Mar,
noches llenas de estrellas, bailes y copas.......me desperté y me encontré en
la cama en brazos de Mario CABRE. Fue la única vez y no hubo más..."
Para
Mario CABRE sí hubo más. Algunos dirán:"Ufff.versos de un
torero.....", con un cierto escepticismo. Pero lo cierto es que
Mario CABRE recordó para siempre aquella Ava GARDNER magnífica, pletórica,
cuya belleza le habia calado en lo más hondo.
Fue
entonces cuando Mario CABRE, en 1950, y tras la marcha de la actriz,
escribió ese libro de poemas "DANZA MORTAL".Ya el título
abarca la poesía y el toreo.¿Es otra cosa el toreo y otra cosa la poesía?
¿Y es otra cosa todo arte, cuando en él se pone lo mejor de la vida,
es decir, toda el alma? |

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Mario
CABRE, por su profesión, supo de esta danza del amor y de la muerte,no siendo
de extrañar que encontrara en la poesía su expresión más adecuada.
Hay
en sus poesías una emoción honda, la de quien tantas veces vió de cerca la
muerte, la de quien tantas veces volvió de la muerte; la del que sabe, como él
mismo dijo un día, en una de sus poesías, "que la muerte no se improvisa".
Reproduciré
aquí, en memoria de ese amigo querido que fue Mario CABRE, una de las poesías
de dicho libro:
BAILANDO
BAJO EL SIGNO DE LA MUERTE
Resbalando majestuosa y levísima
por una superficie de arpas sin triángulos
que sus plantas tendían absorbiendo el sonido.
Sus plantas -domadoras de vértigos-
sobre el dulce abismo de la fantasía.
Despreocupándose de guardar equilibrios
-desmenuzados en porciones simétricas-
que no estuvieran dentro
de su área sentimental.
Nunca
tuvo sus pasos amarrados
al tronco de la escarcha.
Un ardiente derroche de embriaguez medida
renovaba la incesante desaparición
de vibrátiles arquitecturas.
La igualdad justa y emotiva de su ser
-lanzado y recogido
recogido y lanzado-
moraba
en la rica ordenación imaginaria.
¡
Qué ramo de poses distintas!
¡Cuánta
riqueza en rápida transformación!
¡Qué
sortilegio
al
quedar convertida su anímica estructura
en palacios nubosos
-tan llenos de figuras corpóreas-
que ya no se movían!
El
lago ensimismado de las tablas
realzaba su cuerpo
-de alabastro hecho carne-
en el frágil flotar de sus evoluciones.
Discípula
del aire.
Maestra de las hojas, las aves y las aguas
en la academia -sin barra- de las estaciones.
Torrente de cumbres
en busca de llanos,
para ir y venir a su antojo
con la tímida ofrenda -variación en jazmín-
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de
aquellas concepciones que anidan en la ráfaga.
Por
primera vez
el conjunto desvanecente de la danza
adquiría eternidades escultóricas.
No podía perderse
aquella afinidad de los sentidos.
Eran los efluvios que dejaba su aura
con la finura triste
de un violín nostálgico y desierto.
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Envuelta
en un sueño de pálidos tules.
Danzando sobre alfombras de ríos y sauces
bailes etéreos, perfumados de estrellas,
atraía compases, de fuerza irresistible
para hipnotizar
la curva latente de su cuerpo.
De
sus brazos surgían plenitudes de auroras;
primaveras y rosas; pajarillos y espumas,
y soberbios racimos de pasiones en mímica.
Y ella lo deshojaba todoo,
con la exquisita gracia
de un movimiento.
!Qué
cansancio de antiguas campanas,
llenó la redondez
lirio, onda o beso
de su garganta en tímidas esperas!
El matiz agónico de la lejanía
hizo un nido de acordes profundos
para mecer la caracola de sus oídos,
¡Presagio
del acercamiento emboscado..!
Pero
su voz- sonido entre sombras acariciantes-
anhelaba conocer la transparencia
de la vibración más sensible.
La fortaleza de las rocas y los aluviones,
la vigilia constante de los ecos.
Mario
CABRE
1950.
Muchos
más años después, Mario CABRE enfermó. Pasó largas estancias en un centro
de recuperación en Benicasim, pero regresó a Barcelona, su ciudad natal, en
donde estaban sus amigos y sus recuerdos.
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Posteriormente
una hemiplejia le dejó la parte derecha paralizada. Su mano derecha ya
no podría escribir. Pero Mario CABRE, hombre fuerte y tenaz donde los
hubiese, empezó a aprender a escribir de nuevo con su mano izquierda y
así, lanzó otro libro que tituló "NANAS". Las
"nanas" como la mayoría saben, son las canciones de cuna que
las madres cantan, amorosamente a sus hijos para que éstos se duerman.
Su raíz es eminentemente popular y ya Federico GARCIA LORCA estudió y
escribió sobre dichos orígenes. Existen dramáticas "nanas"
en Andalucía, patéticas "nanas" del Norte y Oeste de España.
Particularmente tristes son las "nanas" con las que las
gitanas de Sevilla duermen a sus hijos. |
Desde
esa orilla de su mar azul, decaído su físico pero no así su espíritu, Mario
CABRE nos dejó sus preciadas "NANAS" de las que transcribo una:
EL
NIÑO
El
mar- en su lengua-
le habla a los barcos.
!Qué vuelo de aves
alegra el espacio!
          El
niño, a sus anchas
          mira
el azul claro.
Los
peces de piedra
siguen respirando
que el agua del aire
los mantiene a salvo.
          El
niño, cual ángel,
          sonrie
a los pájaros.
Se
comban las ramas,
!Qué bellos sus arcos!
De sembrar calores
el sol va cansado.
         El
niño, anhelante,
          extiende los brazos.
Mario
CABRE
Vallirana (Barcelona) 29 Diciembre 1978
Después
de su muerte, acaecida en el año 1990, tras larga enfermedad, Moratalaz le
dedicó una calle, que comienza en Pico de los Artilleros hasta encontrarse con
Fuente Carratona.
Barcelona y sus amigos, siguen recordándole a través del recuerdoÂ
y a través de sus obras.
Nunca te olvidaremos, Mario.
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