MARIA LUISA BOMBAL
Rebeca Montañez
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Durante el día no lloro. No puedo llorar. Escalofríos me empuñan de
golpe, a cada segundo, para traspasarme de pies a cabeza con la rapidez de un
relámpago. Tengo la sensación de vivir estremecida. ¡Si pudiera enfermarme de
verdad! Con todas mis fuerzas anhelo que una fiebre o algún dolor muy fuerte
vengan a interponerse unos días entre mi duda y yo. Y me dije: Si olvidara, si
olvidara todo; mi aventura, mi amor, mi tormento. Si me resignara a vivir como
antes de mi viaje a la ciudad, tal vez recobraría la paz.  LA ULTIMA
NIEBLA/-FRAGMENTO
María Luisa Bombal nació en el Paseo Monterrey de Viña del Mar, el 8 de junio de
1910. A la muerte de su padre, Martín Bombal Videla y contando con 9 años de
edad, se traslada a París con su madre, Blanca Anthes Precht. y sus dos hermanas
menores. Ahí continúa sus estudios. Posteriormente, ingresa a la Facultad de
Letras de La Sorbonne, culminando su carrera con la presentación de una tesis
sobre Prosper Mérimée En el año de 1931 retorna a su patria. Es ahí donde conoce
a Eulogio Sánchez Errázuriz, fundador de las Milicias Republicanas. Surge entre
ellos un intenso romance . Al paso de los meses, el activista político va
perdiendo interés en ella. María Luisa sufre, sin poder evitarlo va gestando una
obsesión amorosa hacia Eulogio, misma que la acompañaría hasta el fin de sus
días. Esta perturbación emocional la llevaría a atentar contra su propia vida en
el mismo departamento de Eulogio. De este episodio - afortunadamente sin
consecuencias fatales - ella conservará por siempre una cicatriz junto a la
clavícula. Pablo Neruda, que se ha hecho gran amigo de ella, la invita a residir
en Buenos Aires. Ella acepta y prolonga su estadía en Argentina de 1931 hasta
1941. En esta década, Maria Luisa se entrega a las actividades literarias.
Frecuentada entre otros por Lorca, Pirandello, Marechal, Storni, no tarda en
concluir la escritura de su primer libro “La última niebla (1935) Pablo Neruda,
la apodó "Abeja de Fuego". Esa fue una de las mejores épocas de la atormentada
María Luisa. El 28 de junio de 1935, nuestra luminaria casó con su amigo, Jorge
Larco: “Sin interés amoroso, “Me casé con un homosexual, artista, pintor,
confiando en un ilusorio compañerismo... Pero cuando me casé, seguía enamorada
de Eulogio”. La relación duró muy poco. En enero de 1937 se inició un
escandaloso juicio de divorcio. En 1941 decide viajar sorpresivamente a
Santiago. El 21 de enero de 1941, a las puertas del Hotel Crillón, Maria Luisa
espera pacientemente a Eulogio. Lo mira acercarse y le dispara tres tiros. El
hombre queda tirado en el piso, ensangrentado, pero sin heridas mortales. Es
detenida y pasa varios meses en la cárcel. Es absuelta gracias al testimonio de
Eulogio que la exime de culpa. Si bien queda libre, ya no puede seguir en Chile
y viaja a Estados Unidos. a principios de 1942 En ese año sale a la luz su
novela “La Amortajada” que con el tiempo se convertiría en libro de lectura
obligada en la enseñanza chilena.
Treinta años duraría permanencia de María Luisa Bombal en Nueva York, Estados
Unidos, donde se casó con el conde francés Rafael de Saint Phall y tuvo a su
única hija, Brigitte. .... Pese a su larga residencia en Norteamérica, ella
nunca renuncia a su pasaporte chileno, lo que implica no poder recibir premios
literarios de EE.UU. o de Argentina, donde había desarrollado buena parte de su
carrera literaria. En 1973, poco después de enviudar, María Luisa vuelve a Chile
y fija su residencia en Viña del Mar, pero no es feliz. No consigue el Premio
Nacional de Literatura, pese a los pedidos de los intelectuales del país. Su
pesar se acentúa al enterarse que Eulogio Sánchez se había casado. Al poco
tiempo; el gran amor de su vida, muere al caer el avión que pilotaba. Marías
Luisa Bombal, al decir de sus allegados, fue una mujer de enorme sensibilidad,
con humor cambiante. Las tragedias de su vida propiciaron una inclinación a la
bebida, que fue minando poco a poco su existencia. La indiferencia hacia su obra
y su condición de mujer sensible, la hizo rehuir el mundo social, las
entrevistas, el entorno literario. Su mérito fue introducir el surrealismo en la
novelística chilena, mostrando, con pluma segura, mundos inexplorados, como la
naturaleza femenina, y ejerciendo modos narrativos simbólicos, sugerentes y
patéticos. Podría decirse que no fue una escritora prolífica. Su bibliografía se
integra por: La última niebla (1935) La amortajada (1938) El árbol, Las Islas
nuevas, (1939) Mar, cielo, tierra (1940) La historia de María Griselda (1946) La
maja y el ruiseñor (1960) Por su importancia, su obra ha sido traducida al
inglés, francés, alemán, sueco, portugués, japonés y checo.
El final de su vida llegó un 6 de mayo de 1980. Maria Luisa murió en la sala
comunitaria de un hospital de Santiago de Chile, en completa soledad y víctima
de una hemorragia digestiva generalizada.
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