Mecenas - Parvulario - Raúl Valdez

Con qué frío amaneció Jorgito, la temperatura había bajado la noche anterior y en la Sierra eso sí que se sentía.

Sería que en esos día por ser tan fríos al amanecer, no le provocaba ni ir a sus clases, pero Jorgito había hecho tan bien su tarea, que no aprovechar esta oportunidad de sobresalir en su salón no se lo perdería.

Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Â Dibujo y animación: Francisco A. Villarreal

Se aseó, desayunó, se cambió, cogió su mochila y al colegio, tenía que apurarse era como media hora de camino y no quería encontrarse con Carlos y sus amigos que siempre le buscaban pelea, de puros bravucones que eran y porque él era menor y más chico.

Ya casi llegaba al colegio y detrás de la cabaña de Don Manuel los encontró, ya ni modo eran tres y no había adonde correr.

Me atraparon pensó, se puso a correr pero uno de los chicos pudo agarrar su mochila, le encontraron su trabajo y se lo rompieron, peleo Jorgito pero no les hizo nada, eran mayores y él con un chinchón en la cabeza, era su orgullo el más dolido.

Lástima la maestra no le pudo calificar bien su trabajo.

Algo tenía que hacer, pensando y pensando decidió tenderles una trampa, tenía que ser buena.

Se dio cuenta que Carlitos y los otros chicos bravucones siempre tomaban la misma ruta, hizo un hueco en su camino, muy hondo, casi le toma toda la noche hacerlo y cuando terminó podían caber los tres chicos en él y lo cubrió con una fina tela, la que cubrió con tierra encima, no se notaba nada.

Esperó hasta la mañana siguiente y Carlitos pasó con sus amigos, sin notar la trampa cayeron los tres en ella, Jorgito estaba que daba brincos de contento, los tenía atrapados, los tres eran suyos y los tres le pedían que los dejara salir, que les tirara una cuerda.

Cómo reía Jorgito, contento porque su plan había dado resultado, como no los podía dejar allí siempre ellos le dijeron que si los dejaba salir nunca más lo molestarían.

Carlitos notó el esfuerzo y el ingenio con que Jorgito los había atrapado y no sólo no lo molestó más, sino que se hizo su amigo.

Con el tiempo se hicieron los mejores amigos y antes de que terminara ese año Carlitos lo ayudó con la tarea que le había malogrado y quedó tan pero tan bien hecha que Jorgito fue el primero de su clase, esta vez el triunfo fue de los dos, ahora tenían todas las vacaciones para jugar juntos.