Â
Fu� mi vida de luchas y pesares
quemadura de amor en carne viva,
cual buque sin tim�n a la deriva
sobre la turbulencia de los mares.
Â
Ardi� la excelsitud de mis cantares
cual una eterna l�mpara votiva,
y me fu� como sombra fugitivia
cuando se derrumbaron mis altares.
Â
Caminando al azar como el beduino
me tortur� la sed, me hiri� el espino
y ante el recuerdo de tus cosas bellas,
cuando la tarde despleg� su broche
me arrebuje en el seno de la noche
bajo la caridad de las estrellas.