EL CUADRO HISTÓRICO
Camilo Valverde Mudarra
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De todos es conocido, por haber aparecido en múltiples y variadas
reproducciones, el cuadro titulado “La rendición de Granada” que permanece en su sitio
preferente, en el Palacio del Senado, para el que nació y fue destinado. Esta modalidad pictórica denominada “de
Historia” estuvo muy de moda, en el s. XIX; llenaba las exposiciones y entusiasmaba al gran público, corriente artística que contó en España con numerosos y prestigiosos
cultivadores. Entre ellos, figura el aragonés F. Pradilla y Ortiz, hombre de carácter agrio que obtuvo con su indudable maestría, en la segunda mitad del
XIX, aquello a lo que un artista podía aspirar en aquel momento. |
Gozando el maestro de un enorme prestigio internacional en 1882, y siendo a la sazón el pintor de más renombre en este estilo, el Senado Español le propuso un encargo relevante; había decidido la institución adquirir un cuadro histórico para adornar el Salón de Conferencias. Pradilla recibió del Presidente de la Cámara la importante propuesta de pintar un cuadro inspirado enÂ
“La rendición de Granada", con el acuerdo de pagarle veinticinco mil pesetas. El motivo pictórico entusiasmó al pintor por serle muy atractivo y apropiado para lucir diestramente su talento. Cuidó, con esmero y enorme gusto, los numerosos detalles del bello lienzo que reprodujo fielmente la escena, en que el soberano nazarí se rinde a nuestros reyes y los hechos que debieron suceder en las riberas del Genil el dos de enero de 1492.Â
Al saber el Senado que la extraordinaria precisión que mostraba el lienzo, le había supuesto unos gastos mayores de lo calculado, le pagó el doble de lo pactado.Â
Y, allí, en lugar destacado, continúa; tal vez, no exista otra obra basada en un asunto trascendente de la Historia Española, que haya alcanzado tan gran admiración e interés. El pintor, en la cumbre de su fama, por distintas causas, se retiró a su terruño y sólo realizó ya ciertas pinturas destinadas al extranjero, concretamente a los
alemanes.

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