MARIANO JOSE DE LARRA (1809-1837)

Francisco Arias Solis

"Escribir en Espa�a no es llorar, es morir,
porque muere la inspiraci�n envuelta en humo,
cuando no va su llama libre en pos del aire."

Luis Cernuda.

LA VOZ DE UN VERDADERO PROGRESISTA

Larra fue el primer escritor de Espa�a que consider� con gesto intelectual los problemas y vicisitudes nacionales que siempre han flotado en nuestra atm�sfera. Por el enfoque siempre actual de su visi�n, la calidad de su iron�a y el alcance de las meditaciones que fulgen en la obra de Larra, queda plenamente justificado el gusto nuevo y la vuelta a Larra que se manifest� hace ya algo m�s de un siglo. La iniciativa parti� de la generaci�n del 98.

Mariano Jos� de Larra, nacido el 24 de marzo de 1809 en Madrid, cumple diecinueve a�os cuando se decide, en 1828, a publicar un peri�dico a sus expensas, El Duende Sat�rico del D�a, s�lo aparecieron cinco n�meros, pero ya encontramos en �l el esbozo de varios de los grandes temas que el escritor desarrollar� en los a�os siguientes. Es una �poca de censura muy estricta: por eso debe dar prueba de gran habilidad para presentar sus cr�ticas contra la Espa�a ca�tica y desecada, nula y vac�a, y para abogar por otro gobierno, por las libertades y la civilizaci�n.

En agosto de 1832, despu�s de haber ensayado otros g�neros literarios, vuelve con obstinaci�n al periodismo. Publica el primer n�mero del famoso peri�dico El Pobrecito Hablador, del que saldr�n catorce n�meros. En ellos encontramos art�culos tan c�lebres como "El castellano viejo", "Vuelva usted ma�ana", "�Qui�n es el p�blico y d�nde se le encuentra?", etc.

Larra ha comprendido que por medio de la prensa puede llegar a sus contempor�neos, modificar la sociedad, sentar las bases de un credo pol�tico y sacudir la apat�a general. Estos son los motivos por los que este autor pone su genial originalidad al servicio de esta obra bien c�vica.

Si Larra no hubiese escrito m�s que su novela El doncel de don Enrique el Doliente, su d�bil teatro y sus versos �aquellas odas que "el diablo le tent� a escribir"-, no nos acordar�amos a estas fechas, de su nombre. Pero hizo art�culos. Observ�, critic� y analiz�. Expuso con iron�a y justeza. Traz� cuadros y siluetas de gran aire espa�ol. Derroch� aqu� y all� juicios de universal alcance y logr� en ocasiones lo que no pudo hallar en versos ramplones: el acento del verdadero poeta. 

Larra tiene de don Francisco Quevedo, la crueldad y el sarcasmo implacable. Pero el verdadero y leg�timo antecedente del gran articulista es, como se�ala Azor�n, Beaumarchais. En el autor de El barbero de Sevilla se encuentra impl�cito el humorismo del espa�ol, que supo adoptarle originalmente con temperamento propio.

Al anochecer del 13 de febrero de 1837 Larra se suicid�. Le faltaba m�s de un mes para cumplir los veintiocho a�os. Los peri�dicos de la �poca dieron poca importancia al suicidio de F�garo. Apenas si le dedicaron comentario alguno. Azor�n se escandaliza de ello. La llamada generaci�n del 98 y la siguiente revisaron aquel silencio como un proceso de insensibilidad espa�ola o de mal gusto. "La obra de Larra estaba acabada all� donde �l la dej� �escribi� Antonio Machado-, y fue el suicidio su �ltimo y definitivo art�culo de costumbre". 

Larra nos recuerda constantemente que si la sociedad es una amalgama �l escribe para esta sociedad, es decir, para la mayor�a, en defensa de una amplia difusi�n de la cultura para sacar al pueblo de su marasmo.

Llegamos con esto al final de la evoluci�n personal de Larra. Ha discernido que en una sociedad cuanto mayor es el n�mero de individuos implicados en sus transformaciones tanto m�s este gran n�mero �que llama "masa", "masas" y "pueblo"- tiene probabilidades de transformar profundamente la historia. De aqu� sus incesantes llamadas a este gran n�mero. 

El hecho de que hayamos aplicado el calificativo de "progresista" cobra as� toda su significaci�n. El elemento m�s importante de su evoluci�n personal, es, sin duda, esta progresiva toma de conciencia de la realidad hist�rica de Espa�a, realidad m�vil y no definitiva. 

Y preguntamos hoy como ayer. �Por qu� se suicid� Larra? "Larra se mat� �nos cuenta Machado- porque no pudo encontrar la Espa�a que buscaba y cuando hubo perdido toda la esperanza de encontrarla". Larra, nuestro rom�ntico escritor, fue un peregrino en su patria. La ide� y la idealiz� peregrinamente. Larra, fue un peregrino de amor, un enamorado. Y como dijo el poeta: "Fue peregrino en su patria / desde que naci�. / Y lo fue en todos los tiempos / que en ella vivi�". 

 

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